San Marino. La pequeña república de San Marino, sin salida al mar en el centro de Italia, votó el domingo en referendo por una amplia mayoría a favor de legalizar el aborto, según los resultados provisionales publicados por el Ministerio del Interior.
Un 77% de los votantes de este micropaís, de fuerte tradición católica, aprobó la opción de dar a las mujeres la libre elección de abortar hasta las 12 semanas de embarazo y después, en caso de amenaza para la vida de la madre o de malformaciones detectadas en el feto, según los resultados, que abarcan 33 de los 37 colegios electorales.
Un total de 35.411 votantes estaban llamados a votar, un tercio de ellos en el extranjero. Las urnas se abrieron a las 8 a. m. locales y se cerraron a las 8 p. m.
El microestado, de fuerte tradición católica, tomó su decisión 43 años después de que lo hiciera la vecina Italia. El pronunciamiento a favor del cambio se concretó pese a que el papa Francisco reiteró la semana pasada su posición inflexible, cuando afirmó que el aborto es “un asesinato”.
Junto con Malta, Andorra y el Vaticano, San Marino era uno de los últimos lugares de Europa que aún tienen una prohibición total del aborto, incluso en casos de violación o incesto, de graves daños al feto o de riesgo para la vida de la madre.
El referendo fue iniciativa de la Unión de Mujeres de San Marino (UDS). Los habitantes de San Marino marcaron sí o no a la pregunta sobre si se debe permitir o no el aborto hasta las 12 semanas de embarazo.
A partir de la duodécima semana, el aborto solo se permitiría si la vida de la madre estuviera en peligro o en caso de anomalías fetales que pudieran perjudicar a la mujer física o psicológicamente.
En la actualidad, el aborto conlleva una pena de hasta tres años de prisión para la mujer y de seis años para el médico que realiza el procedimiento. Sin embargo, nunca se ha condenado a nadie.
La prohibición se remonta a 1865 y fue confirmada tanto por el régimen fascista de principios del siglo XX como más tarde, en 1974.
Las mujeres que deciden abortar suelen viajar a Italia, donde el procedimiento es legal desde hace más de 40 años.
Sin embargo, las cifras registradas en Italia sugieren que pocas mujeres del pequeño Estado cruzan la frontera con dicho fin.
Entre 2005 y 2019, solo una veintena de ellas abortaron por año en Italia, cifra que se redujo a 12 en 2018 y a siete en 2019, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística citados por los activistas contra el aborto.
La oposición a la despenalización del aborto la lideró el gobernante Partido Demócrata Cristiano, estrechamente vinculado a la Iglesia católica.