Texto original publicado por La Nación el 25 de julio de 1972
El presidente Salvador Allende anunció esta noche un aumento de salarios a partir de setiembre próximo para todos los trabajadores chilenos, y anticipó una serie de otras medidas económicas que adoptará su gobierno. En un discurso al país por la cadena de radios, Allende comunicó las acciones para controlar el acelerado proceso inflacionario, para afrontar la crítica situación de reservas monetarias, para solucionar los problemas de escasez de algunos productos esenciales.
La amplia gama de medidas anunciadas por Allende van desde la creación de estanco estatal para la distribución de algunos productos, hasta la creación de un seguro obligatorio de vida para toda la población. En su discurso de 35 páginas, Allende hizo un análisis de la actual situación económica chilena, destacando los logros y advirtiendo sobre las serias dificultades que se enfrentan en algunos rubros.
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Tacharon vehículo mientras dueño tomaba café
El investigador de la policía, Edwin Jiménez, informó de que un señor de apellido Blanco dejó estacionado su carro mientras iba a tomar café en el Paseo de los Estudiantes; alguien que observaba sus movimientos esperó a que éste recibiera el alimento, para tachar su vehículo. Se hizo acompañar de un amigo para cometer la fechoría.
El ofendido había dejado un bulto y otras pertenencias en el asiento delantero. El maletín era, por esto, muy visible. Los autores del robo y tacha emplearon un desatornillador largo, con el que forzaron una aletilla por donde, luego, abrieron la puerta. Con el maletín en sus manos, se dieron a la fuga. Minutos después, Blanco descubrió el robo y lo denunció a la policía de investigación.
Dijo que el maletín contenía cantidad importante de cheques, la carta de venta de su carro, escrituras, o pagarés, y otros valores, así como una libreta de depósitos, todo valorado en aproximadamente ¢50.000. Puesta la denuncia, el mayor Rosendo Herrera, director de Investigaciones Criminales (DIC), dispuso que Edwin Jiménez se hiciera cargo del asunto. Una información afirma que Jiménez logró aclarar el hecho en dos días. Detuvo a dos sujetos de apellido Rivera y Rodríguez.
Jiménez relató a La Nación que la pista para detener a los dos hombres fue una llamada telefónica. Alguien vio cuando ambos trataban de pagar con un cheque el licor ingerido en un bar. Le llamó la atención por cuanto el cajero se resistía a recibir el documento. Tanto se ha hablado de los cheques en las últimas semanas, que sospechó que el cantinero podría ser estafado. Todo fue recuperado, el único que perdió fue el cantinero, al que ya le habían “comprado” una botella de cierto licor fino.
Le cayó mal y la hirió a balazos
Un hecho de sangre en el que una señorita de apellido Molina, de 20 años de edad, resultó herida de bala, fue motivado porque un taxista, novio aparentemente de la hermana de esta dama, impulsado por la excesiva cantidad de licor que había tomado, sintió de repente que ella le caía mal. Extrajo su revólver y disparó varias veces contra Molina, quien cayó gravemente herida.
Dice el parte de la policía que con ella viajaba una amiga, quien fue la que narró los hechos a las autoridades de investigación. Ambas damas convinieron en dar un paseo con el taxista. Tomaron algunas copas. En determinado momento; afirmó que estaba perdido. Más tarde, les insinuó que fueran a otro lugar. Como su cuñada no quiso, él entonces, dijo: “Te mato”.
Acto seguido, sacó su revólver y le disparó. No obstante, él niega los cargos. El arma no aparece. Será la señorita herida, cuando esté mejor de salud, quien ratifique o desmienta las afirmaciones de su compañera, quien sí asegura e insiste en que el taxista fue el agresor.