Hong Kong. La policía de Hong Kong anunció este sábado una investigación contra los manifestantes que bloquearon su sede la víspera para exigir la dimisión de la jefa del gobierno local, considerando su acción ‘ilegal’ e ‘irracional’.
“La policía ha demostrado una gran tolerancia con los manifestantes que se concentraron a las puertas del cuartel general de la policía, pero la forma de expresar sus reivindicaciones se volvió ilegal, irracional e inadmisible”, dijo la institución en un comunicado.
“La policía investigará rigurosamente estas actividades ilegales”, añadió. Según el organismo, unas 60 llamadas de emergencia no pudieron ser “atendidas inmediatamente” debido al bloqueo, y 13 miembros de su personal fueron “trasladados al hospital para ser atendidos”, aunque no especificó los motivos de la hospitalización.
El viernes, miles de personas se concentraron ante la sede de la policía, reclamando la renuncia de la jefa del poder ejecutivo local, Carrie Lam, y la liberación inmediata de las personas arrestadas durante las recientes protestas, así como la apertura de una investigación de las denuncias de brutalidad policial.
Hong Kong vive su peor crisis en décadas. El territorio semiautónomo, excolonia británica, es escenario de una contestación histórica que sacó a las calles a un millón de personas el 9 de junio y a casi dos millones de manifestantes el día 16, en protesta contra un proyecto de ley para autorizar las extradiciones a China continental.
Los manifestantes, que empezaron dirigiéndose hacia el centro de la ciudad la mañana del viernes, iban en su mayoría vestidos de negro, el color que predominó el domingo pasado en la colosal protesta.
Más de 1.000 manifestantes bloquearon el cuartel general de la policía de Hong Kong, mientras que otros se apoderaron de las calles principales, ya que el tumulto sobre el futuro de la ciudad no mostró signos de disminuir.https://t.co/7ioxkWtMr5
— Noticiero Hechos (@NoticieroHechos) June 22, 2019
Muchos participantes, con máscaras y gritando lemas contra el poder, bloquearon temporalmente Harcourt Road, un gran eje situado delante del parlamento local.
En medio de un calor sofocante, se dirigieron luego hacia la sede de la policía, exigiendo la puesta en libertad de los manifestantes detenidos recientemente, al grito de “vergüenza de policía mafiosa”.
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional afirmó que había verificado múltiples ejemplos de violencia policial que violaban las normas internacionales.
Algunos manifestantes desplazaron barreras de seguridad para levantar barricadas ante el recinto policial. La manifestación se dispersó finalmente hacia las cuatro de la madrugada del sábado.
Esta nueva protesta tiene lugar después de que el gobierno local de Hong Kong se negara a cumplir con las reivindicaciones de las masivas manifestaciones de las últimas semanas.
Esas enormes protestas fueron desatadas por el proyecto de ley que abría la puerta a que ciudadanos de Hong Kong sean extraditados a la China continental, una iniciativa que fue postergada pero no eliminada definitivamente.
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“Física y mentalmente, estoy muy cansado. Pero no hay otra forma, como ciudadano de Hong Kong uno no puede dejar de manifestarse”, dijo Cheung Po Lam, un estudiante de 21 años.
“Estoy muy insatisfecho con la actitud” del gobierno, añadió.
Entre los manifestantes era posible ver el viernes personas portando carteles que pedían a la policía no disparar, en referencia a la represión policial registrada hace una semana contra las protestas.
“El gobierno aún no ha respondido a nuestras reivindicaciones. Después de todos estos días (...) siguen hablando de tonterías y echándose la culpa mutuamente”, dijo Poyee Chan, de 28 años.
La convocatoria de las manifestaciones del viernes fue lanzada por gremios estudiantiles apoyados en las redes sociales.
“Florecer por todas partes”, decía uno de los documentos que circuló en la aplicación de mensajería Telegram.
"Hay muchas formas de participar. Piensa cuidadosamente en tu propia forma de mostrar tu amor por Hong Kong. El 21 de junio no es el fin de la lucha, habrá más en los próximos días”, rezaba otro mensaje.
En paralelo, un exministro filipino de Relaciones Exteriores que se había opuesto a Pekín no fue autorizado este viernes a entrar en el territorio y fue devuelto a Filipinas, denunciaron sus abogados.
Alberto del Rosario, que quiso poner freno a las ambiciones de las autoridades chinas en el mar de China Meridional al recurrir al tribunal arbitral internacional en 2013, fue retenido por los servicios de inmigración a su llegada a Hong Kong.