La Haya. Estados Unidos rechazó este martes sin medias tintas la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el proceso iniciado por Irán, que a su juicio “se hace pasar por víctima” del restablecimiento de las sanciones decidido por el presidente Donald Trump.
Según Washington, que “se opone con vehemencia” al pedido de Irán, la CIJ no debería perder su tiempo estudiando el proceso iniciado por la República Islámica. Simplemente no le corresponde a la Corte de la ONU emitir un juicio sobre la disputa entre los dos países, argumentó la delegación estadounidense enviada a La Haya, donde está la sede de la CIJ.
"Irán no estableció la existencia de una base para la jurisdicción de la Corte" sobre este caso, declaró la representante de Washington Jennifer Newstead en el segundo día de audiencias ante este tribunal.
En respuesta al proceso judicial iniciado por Irán, cuya economía se ha deteriorado, Washington defendió el restablecimiento de las sanciones en vista de la amenaza nuclear iraní a su seguridad nacional y mundial.
Las sanciones implican el bloqueo de las transacciones financieras y las importaciones en materias primas, así como medidas que castigan las compras en los sectores automotriz y de aviación comercial.
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La República Islámica afirma que las acciones de Estados Unidos son "violaciones flagrantes" de las disposiciones del tratado estadounidense-iraní de 1955, que prevé "relaciones amistosas" entre las dos naciones e impulsa los intercambios comerciales.
No obstante, Irán y Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas desde 1980.
"El tratado de amistad preserva el derecho de Estados Unidos de tomar tales decisiones y medidas", como la imposición de sanciones, con el fin de garantizar su "seguridad nacional", alegó Newstead, consejera jurídica del Departamento de Estado en Washington.
El consejero jurídico y agente de la delegación de la República Islámica, Mohsen Mohebi dijo el lunes en la corte que "Estados Unidos propaga públicamente una política cuyo objetivo es dañar lo más gravemente posible la economía iraní, y a las empresas y los ciudadanos iraníes". Hizo notar que el rial, la moneda iraní perdió alrededor de la mitad de su valor desde abril.
El presidente estadounidense retiró en mayo a su país del acuerdo sobre el tema nuclear, firmado por Teherán y las grandes potencias en el 2015. Irán se había comprometido a que nunca más buscaría dotarse del arma atómica.
Este retiro marcó el restablecimiento de las sanciones estadounidenses hacia la República Islámica, que hasta este año habían suspendidas en virtud del acuerdo internacional.
Las primeras sanciones estadounidenses, que tuvieron lugar a principios de agosto, serán seguidas por otra serie de medidas que afecten al sector petrolero y gasífero, que juegan un papel clave en la economía iraní.
El lunes, en el primer día de las audiencias previstas hasta el jueves ante la CIJ, la República Islámica pidió a la Corte la suspensión de la aplicación de las sanciones, denunciando que Washington busca "estrangular" su economía.
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La delegación iraní pidió que se trate el caso con "extrema urgencia", debido a las "dramáticas consecuencias" sobre su economía.
Varias compañías internacionales –incluyendo las francesas Total y la alemana Daimler– ya comunicaron el final de sus actividades en Irán debido a la entrada en vigor de las sanciones.
Las compañías aéreas British Airways y Air France anunciaron el jueves la próxima suspensión de sus vuelos hacia Irán, argumentando que estas conexiones ya no eran rentables.
Las audiencias deben durar cuatro días. La CIJ podría decidir en dos meses sobre esta demanda de levantamiento temporal, pero una decisión final sobre el fondo del caso podría llevar años.