Bogotá. Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, el jefe máximo del clan del Golfo, será extraditado a Estados Unidos. Sin embargo, el ministro de Defensa, Diego Molano, explicó que ese trámite no es inmediato, pues primero debe surtirse un proceso en la Corte Suprema de Justicia y luego dentro del mismo gobierno colombiano.
Además, el líder narco más buscado en Colombia, detenido este 23 de octubre, puede acudir a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para intentar evadir su extradición, esto porque antes de estar en el grupo narco estuvo en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
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Los Úsuga David se han movido por el mundo de la guerra por más de tres décadas. Él, su hermano y varios primos estuvieron con las FARC, el Ejército Popular de Liberación (EPL), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y luego con su propia banda criminal.
Como la JEP es una jurisdicción especial que se creó para investigar y juzgar los delitos cometidos por integrantes de las FARC y de la Fuerza Pública en el marco del conflicto armado, Otoniel podría pedir pista aludiendo a su pasado guerrillero. No sería la primera vez que un narco intenta esto, de hecho, en las primer listas que presentaron las recién desmovilizadas FARC para acreditar a sus miembros hubo varios narcos colados que pretendían evitar su extradición haciéndose pasar por guerrilleros.
En cualquier caso, la JEP estudia los casos que le presentan uno a uno y si Otoniel decidiera tocar sus puertas, tendría que justificar que sus actuaciones se enmarcaron en el conflicto armado y en su pertenencia en la guerrilla, lo cual no será nada fácil. Esto debido a que la más importante parte de su vida criminal y por la que tiene cientos de procesos abiertos, corresponde a su actuación como jefe del grupo narcotraficante y a su pertenencia a grupos paramilitares que, en principio, están excluidos del ámbito de competencia de la JEP.
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Detalles de su captura
Este domingo, horas después de su captura, trascendieron algunos detalles. “Alto, soy Otoniel, no me maten”, le dijo mirándolo a los ojos el mayor narcotraficante de Colombia a un soldado de las Fuerzas Especiales que le apuntó con su fusil. Llevaba un día sin comer y escasamente había ingerido agua. Así lo describió a El Tiempo uno de los investigadores de la Policía Nacional al frente del caso.
Úsaga estaba solo, ya que sus hombres de confianza (alias Machi y Chiva) lo habían abandonado, por lo que fue localizado en un matorral. De acuerdo con el investigador, en la ubicación y captura fueron claves las actividades de inteligencia de la institución que lograron establecer hace unas dos semanas movimientos de campesinos que llevaban “comida y provisiones hacia determinado punto. Ese lugar lo logramos infiltrar llegando a la hipótesis de que se trataría de alimentos para Otoniel, en cierta forma especiales por la dieta que requiere su enfermedad”.
Para el oficial, las operaciones de las Fuerzas Militares y la Policía sostenidas, se lograron sacar al capo de su zona de confort (nudo de Paramillo) y eso lo obligó a desplazarse hacia el Urabá antioqueño, con lo que se pudo direccionar el manejo de fuentes humanas y hace dos semanas se consolidó el área donde se podría encontrar, con lo que se filtraron los anillos de seguridad de adentro hacia afuera y se estableció un perímetro de tres kilómetros cuadrados para buscarlo que, finalmente, permitieron su captura.
Información actualizada a las 3:31 p. m. con más datos.