Tegucigalpa, Honduras. Un enfrentamiento entre reos en la cárcel de El Porvenir, en el centro de Honduras, dejó 18 personas fallecidas este domingo por la tarde.
El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), subteniente José Coello, dio a conocer la lista con los nombres de 18 fallecidos y dos heridos. Estos últimos fueron llevados al Hospital Escuela en condición delicada.
Según el diario La Tribuna, la pelea comenzó en el comedor del penal, cuando los privados de libertad se atacaron con “armas de fuego, cuchillos y machetes”.
Los hechos ocurren a menos de dos días de que se registrara un motín en la prisión de puerto de Tela, en el norte de Honduras, donde hubo un intercambio de disparos entre miembros de las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18. La situación dejó 18 muertos y 16 heridos.
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El pasado 14 de diciembre también fueron asesinados cinco miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) en la cárcel de máxima seguridad de La Tolva, a unos 40 kilómetros al este de la capital.
Un día antes, desconocidos mataron a tiros a Pedro Idelfonso Armas, director de la principal cárcel de máxima seguridad de El Pozo I, en Santa Bárbara (oeste).
El funcionario estaba suspendido del cargo para ser investigado, ya que al parecer presenció el 26 de octubre anterior cómo unos reos mataban a Magdaleno Meza, quien fue socio del exdiputado Juan Antonio Tony Hernández.
Tony Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández, fue condenado por cuatro delitos de narcotráfico en una corte de Nueva York.
La justicia estadounidense condenó a Hernández en base a unas libretas encontradas a Meza con registros de tráfico de cargamentos de cocaína.
En declaraciones a la AFP, el abogado del capo asesinado, Jorge Chajtur, acusó públicamente al gobierno de haberlo mandado matar en represalías por colaborar con la justicia estadounidense en el juicio contra Hernández.
Por otra parte, el del 4 de diciembre en el centro de reclusión de menores “Renaciendo” en el que murieron cuatro jóvenes, varios resultaron heridos y al menos 17 escaparon.
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Este domingo, luego del motín en El Porvenir, la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario informó en un comunicado de prensa que “estas acciones violentas son una escalada del mundo criminal para tratar de evitar que la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), a través de la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario, imponga los controles necesarios en los centros penitenciarios del país”.
La cárcel de El Porvenir se ubica unos 60 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
Emergencia carcelaria
A raíz de una cadena de asesinatos, el gobierno declaró emergencia el martes 17 de abril en todos los centros penales del país, lo que implicó pasar el control absoluto de las cárceles a las Fuerzas Armadas y la Policía.
La medida fue adoptada por el presidente Juan Orlando Hernández y el Consejo de Seguridad.
La junta interventora tiene entre sus funciones lograr la normalización y correcto funcionamiento de los centros penales, así como en los centros de internamiento para menores infractores, “priorizando los de máxima seguridad”, según indicó la agencia de noticias EFE.
El decreto ejecutivo que autoriza la intervención de las cárceles también ordena la suspensión temporal de las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario y de Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (Inami).
Conformado por unas 27 cárceles, el sistema penitenciario de Honduras alberga más de 21.000 presos, cuando su capacidad máxima es de 8.000, y se calcula que menos de la mitad de los reclusos han sido sentenciados, de acuerdo con cifras oficiales.
La Fusina anunció el despliegue de cerca de 1.200 militares y policías en 18 de los 27 penales clasificados como de “alto riesgo”.
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