MURSITPINAR, Turquía. AFP y AP. Los yihadistas del Estado Islámico (EI) se enfrentaban ayer a una resistencia feroz de los kurdos en la ciudad siria de Kobane , pero lograron matar a decenas de personas en Irak.
Al menos 58 personas murieron el domingo en las explosiones de tres coches bomba que apuntaban a edificios estratégicos de Kara Tapah, ciudad bajo control kurdo, situada al noreste de Bagdad, en la provincia de Diyala. El EI reivindicó este triple atentado suicida en Twitter y afirmó que los kamikazes provenían de Alemania, Arabia Saudí y Turquía.
El primer atacante hizo estallar los explosivos que llevaba en un chaleco a la entrada de un complejo de seguridad, donde también está la oficina del principal partido político kurdo, dijo una fuente de las fuerzas de seguridad .
Minutos después, agregó, otros dos atacantes suicidas estrellaron sus vehículos cargados de explosivos contra ese edificio, al que causaron graves daños.
Lucha palmo a palmo. En Siria, los combatientes kurdos, que el viernes fueron expulsados de su cuartel general en Kobane, han repelido desde entonces varios asaltos de los yihadistas en distintos frentes de la tercera ciudad kurda de Siria, donde la lucha se ha tornado en guerrilla urbana.
Los yihadistas, más numerosos y mejor armados, siguen con ventaja y controlan el 40% de la ciudad, sobre todo la zona este y los barrios del sur y del oeste.
Pero la defensa encarnizada de las fuerzas kurdas ha obligado al EI a llamar refuerzos procedentes de Raka y Alepo, sus feudos del norte de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Los defensores de Kobane no pueden recibir refuerzos, ya que la vecina Turquía bloquea su frontera, lo cual impide que los kurdos de ese país ayuden a sus compañeros.
La actitud de Ankara provocó, en los últimos días, manifestaciones prokurdas en Turquía , enlutadas por la muerte de por lo menos 31 personas.
La ONU pidió a Turquía que dejara pasar a esos voluntarios hacia Kobane, donde dice temer una “masacre” de los civiles.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, confirmó ayer que su país reforzaría las capacidades militares de “la oposición moderada” siria para convertirla en una “tercera fuerza” entre el régimen de Damasco y los yihadistas.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reiteró “su profunda inquietud sobre la situación dentro y alrededor” de Kobane, donde “miles de vida están en peligro”. Ban llamó a “todas las partes a alzarse para impedir la masacre de civiles”.
Azad Bekir, un refugiado que cruzó la frontera con su familia hace tres días, manifestó, sin embargo, ser “pesimista”.