Los gobiernos deben seguir ayudando a los más vulnerables durante esta crisis provocada por la covid-19, pero ante una mayor presión sobre sus recursos limitados deben evaluar aumentar los impuestos a las familias y empresas más adineradas, recomendó el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI llamó, además, a dejar de proteger los empleos antiguos e impulsar la inversión pública en infraestructura y energía verde, aprovechando este momento para tomar distancia del modelo de crecimiento anterior a la crisis y acelerar la transición hacia una economía digital y con bajas emisiones de carbono”
“El gasto debe estar más focalizado en favor de los empleos del futuro“, señaló el prestamista mundial en su último informe Monitor Fiscal, publicado este miércoles 14 de octubre.
Los gobiernos han inyectado $12 billones en la economía mundial desde el inicio de la pandemia, pero ahora muchos países tendrán que hacer más con menos, debido a las limitaciones cada vez mayores de sus presupuestos, manifestó Vitor Gaspar, jefe del Departamento de Finanzas Públicas del FMI.
Las economías de mercados emergentes, con mayores limitaciones de financiamiento, deberán reordenar las prioridades del gasto y mejorar su eficiencia.
“Algunas posiblemente necesiten apoyo financiero oficial y alivio de la deuda”, indicó en un blog que acompaña al informe.
Los responsables políticos deben ser más selectivos abandonando gradualmente el apoyo a los puestos de trabajo en los sectores antiguos para destinar fondos a la formación que permita a los desempleados acceder a los trabajos del mañana, señaló.
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“Los gobiernos deben (...) evaluar la aplicación de impuestos más altos para los grupos más acaudalados y las empresas más rentables”, apuntó Gaspar, quien firmó el texto con su adjunto Paulo Medas y dos economistas del FMI: John Ralyea y Elif Ture.
Este ingreso adicional ayudaría a pagar servicios esenciales, dijeron, entre ellos las redes de salud y de protección social durante una crisis que ha afectado de manera desproporcionada a los segmentos más pobres de la sociedad.
Los gobiernos deben avanzar de manera decisiva para que las economías sean más inclusivas y resilientes, y frenar el calentamiento mundial con medidas verdes que también impulsen el crecimiento y el empleo", concluyeron.
Plan de ayuda
Por otra pare, Gita Gopinath, economista jefe del FMI , dijo que un nuevo plan de estímulo en Estados Unidos aumentaría fuertemente su crecimiento y tendría beneficios para la economía mundial devastada por la pandemia, en particular para Canadá y México.
Gopinath señaló que un paquete de reactivación estadounidense del orden de la Ley CARES, aprobada en marzo por unos $2,2 billones, aumentaría el crecimiento de la primera economía del mundo en dos puntos porcentuales el próximo año, por encima del 3,1% de aumento del producto interno bruto (PIB) previsto actualmente.
El FMI publicó, este martes 13 de octubre, el reporte de Perspectivas de la economía mundial, que prevé una contracción del PIB global de 4,4% este año y un crecimiento de 5,2% en 2021.
Esta previsión, ligeramente mejorada en comparación con el pronóstico de junio, refleja que la caída en el segundo trimestre “fue terrible, pero menos terrible de lo que esperábamos”, dijo Gopinath.
Pero con el virus aún propagándose, la recuperación es lenta, en tanto sectores como el entretenimiento y el turismo continúan deprimidos.
“El factor número uno es poner fin a la crisis de salud”, subrayó Gopinath.
Pero enfatizó que un gran salto en la economía de Estados Unidos devolvería al país a los niveles anteriores a la crisis en 2021, en lugar de 2022.