A los ojos del director el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, José Antonio Cordero, es posible bajar el déficit fiscal en el año 2019 respecto al 2018, como plantea la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar.
No obstante, a los ojos del politólogo, Constantino Urcuyo, la parte escabrosa será continuar con otras reformas fiscales pendientes como empleo público, pago de renta en cooperativas y el desenganche salarial de los médicos con los trabajadores del Gobierno Central, entre otras, dado el gasto político que sufrió el presidente de la República, Carlos Alvarado, con la reforma fiscal.
Este lunes 28 de enero, en una entrevista publicada en La Nación, la ministra de Hacienda Rocío Aguilar, señaló que este año es posible volver a bajar el déficit fiscal, siempre y cuando se mantenga la disciplina en materia de gasto, se implemente la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas y, muy importante, se acceda a financiamiento por la vía de mayores ingresos, préstamos de organismos internacionales y la venta de eurobonos.
Si el Gobierno logra bajar el déficit fiscal (exceso de gastos sobre ingresos) en el 2019 cumpliría dos años consecutivos de reducción pues en el 2018 este alcanzó un monto equivalente al 6% de la producción, menor al 6,2% del 2019 y podría dar señales de que dicho indicador comienza a cambiar la tendencia que tuvo entre el 2011 al 2017.
No obstante, mientras el indicador siga positivo la carga de la deuda, que es lo que se busca estabilizar, continuará al alza. En el 2018 la carga de la deuda (el monto de la deuda respecto a la producción) alcanzó 53,7%.
“Me parece que es una visión optimista de parte de ella (la Ministra de Hacienda), pero yo la comparto totalmente”, comentó Cordero respecto a la reducción del déficit para el 2019.
El director explicó que considera que la factura electrónica y la transformación del impuesto de ventas a uno del valor agregado, a partir de julio de este año, va a ayudar a controlar la recaudación del impuesto sobre la renta y podría reducirse la evasión.
Por otro lado, Cordero reconoce que el Ministerio está realizando un esfuerzo del lado del gasto, aún con medidas impopulares como fue la posposición del pago de las pensiones para mejorar su control.
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Camino político
No obstante, para el analista Urcuyo, la aprobación del proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas dejó un desgaste político al presidente de la República, Carlos Alvarado, que se refleja en los resultados de la encuesta de Cid Gallup, en la cual el 40% de los consultados cree que la gestión del mandatario es muy mala.
“Yo si estuviera en Casa Presidencial estaría pensando: ¿hago más gasto político? Porque me fue bien, triunfé, gané, pasé la Ley (de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas), pero eso me dejó un desgaste político y eso ya no es doña Rocío (Aguilar, ministra de Hacienda) , ni Cubero (Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central), ni doña Edna (Camacho, ministra coordinadora del Consejo Económico), eso es el Presidente”, comentó Urcuyo.
Para él las dos grandes discusiones fiscales ahora son las del empleo público y el endeudamiento. En empleo público consideró que va a haber algún tipo de concordancia con los otros partidos, particularmente con Liberación Nacional, y en endeudamiento hay varias posiciones sobre cómo podría ser el proyecto (para que el Gobierno se pueda endeudar hasta por $6.000 millones en seis años).