Escuchar:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/Z3RAWM2EGZAOPO3XYIK3GH7YRI.jpg)
Trabajadores laboran en la construcción de un nuevo pozo de perforación de petróleo y gas natural en Broomfield, Colorado. Foto: AP. (David Zalubowski/AP)
París. Estados Unidos seguirá bombeando cada vez más crudo, hasta convertirse en exportador neto de petróleo en 2021 y pisarle los talones a Arabia Saudita en los mercados mundiales, informó este lunes 11 de marzo la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su informe prospectivo anual sobre el petróleo.
Esta evolución “reforzará la seguridad en el mercado petrolero mundial”, al aumentar las opciones de suministro para los países consumidores, en particular en Asia, afirma la AIE en este informe que cubre el período 2019-2024.
La revolución del petróleo de esquisto en Estados Unidos convirtió a este país tradicionalmente importador de oro negro en uno de los principales productores de petróleo del planeta.
El petróleo de esquisto es un hidrocarburo no convencional que convierte la materia orgánica contenida dentro de una roca (querógeno) en petróleo sintético y gas.
Esta nueva situación alteró los mercados mundiales de petróleo, provocando una superabundancia de oferta y la consiguiente caída de los precios del crudo a mediados de 2014, de la que el sector tiene todavía dificultades para recuperarse.
“Es una época extraordinaria para la industria petrolera, en un contexto en el que la geopolítica se convierte en un factor más importante en los mercados y la economía mundial se desacelera. Allá donde se mire emergen nuevos actores y las certidumbres pasadas se desvanecen”, señaló Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, citado en un comunicado.
De aquí a 2024, Estados Unidos seguirá alimentando el 70% del crecimiento mundial de las capacidades de producción de petróleo, con cuatro millones de barriles diarios (mbd) adicionales, según la AIE.
Globalmente, las capacidades de producción aumentarán en 5,9 mbd para 2024, pese a un retroceso esperado de Irán, por las sanciones estadounidenses, y de Venezuela, sumida en una grave crisis política y económica.
Otro gigante americano, Brasil, y Noruega aumentarán también sus exportaciones de crudo durante los próximos cinco años, y contribuirán a modificar “de forma extraordinaria” la geografía mundial del petróleo, estima la AIE, que defiende los intereses de los países consumidores.
En total, la producción de países no miembros de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), se disparará de 6,1 millones de barriles diario a 68,7 millones de barriles diario en 2024.
La AIE pronostica; sin embargo, que la producción del cartel disminuirá entre 2019 y 2020, antes de experimentar un crecimiento “moderado” hasta 32 millones de barriles diario en 2024.
A nivel de la demanda, no se prevé un “pico” según la agencia, que vaticina que China e India totalizarán 44% del crecimiento mundial, hasta 7,1 millones de barriles diario en el periodo analizado, para alcanzar un consumo total de 106,4 millones de barriles diario en 2024, frente a los 99,2 millones de barriles diario el año pasado.
El consumo se verá impulsado sobre todo por la industria petroquímica, con 50 nuevos proyectos que se pondrán en marcha antes de 2024, y el transporte aéreo, especialmente en Asia. Inversamente, el aumento de la demanda por los carburantes se ralentizará hasta llegar a un ritmo inferior al 1% por año.
