La economía estadounidense perdió 701.000 empleos en marzo y la tasa de desempleo subió hasta el 4,4%; en plena pandemia de coronavirus, indicó este viernes 3 de abril el Departamento de Trabajo.
Se trata de la mayor pérdida de empleos desde marzo de 2009, cuando la crisis financiera hundió las economías mundiales.
En febrero, la tasa de desempleo estaba en el 3,5%, el nivel más bajo en 50 años, y en marzo experimentó la mayor subida mensual en más de 45 años.
Los sectores del ocio y el hospedaje, que están entre los primeros en sufrir el impacto de las restricciones de viaje, perdieron 459.000 trabajos, según el informe del gobierno.
Pero también se registraron notables pérdidas en los sectores de la salud, el comercio minorista y los servicios empresariales.
El Departamento de Trabajo reconoció, sin embargo, que "no puede cuantificar con precisión los efectos de la pandemia en el mercado laboral en marzo".
Las dos encuestas que conforman el muy vigilado informe de empleos del gobierno se realizan durante la semana que incluye el día 12 del mes, eso fue antes de que se impusiera un extenso confinamiento que llevó al cierre de negocios en todo el país.
"Es importante tener en mente que los periodos de referencia de las encuestas de marzo son anteriores a muchos cierres de escuelas y negocios en la segunda parte del mes", dijo el reporte.
Casi 10 millones de estadounidenses solicitaron prestaciones del gobierno por desempleo en las últimas dos semanas de marzo, superando con creces la cifra de cualquier período correspondiente registrado.
Pronósticos
Los economistas esperan que el informe del mercado laboral de abril, que se publicará a principios de mayo, mostrará cómo todos esos empleos se habrán perdido.
Apenas en febrero, los empleadores habían agregado 273.000 puestos de trabajo. Algunos economistas han pronosticado ahora que la tasa de desempleo podría llegar al 15% el mes próximo. Esa tasa sería la peor desde la década de 1930. Durante la Gran Recesión, el desempleo alcanzó el 10%.
Más del 90% de la población de Estados Unidos vive ahora bajo alguna versión de una orden de clausura, lo que ha obligado a cerrar bares, restaurantes, cines, fábricas, gimnasios y la mayoría de los demás negocios. Algunos hoteles están cerrados y otros están en gran parte vacíos. Las cadenas de comida rápida están cerradas o sólo brindan servicio de compra desde el vehículo, lo que cuesta miles de empleos.
Con una actividad comercial estrictamente restringida, los analistas esperan una recesión muy fuerte. Los economistas de Goldman Sachs han pronosticado que la economía se encogerá a una tasa anual del 34% en el trimestre de abril a junio, la peor caída en los registros que datan de la Segunda Guerra Mundial.
Goldman espera que la economía se recupere con un crecimiento del 19% en el tercer trimestre, pero incluso para fines del próximo año, la economía no se habrá recuperado completamente del daño, proyecta Goldman.