Buenos Aires. El Senado de Argentina dará este jueves el último debate para aprobar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por $45.000 millones, con el que conjurará el fantasma del default e intentará frenar la desbocada inflación de más de 50% anual.
Este préstamo servirá para reestructurar el programa stand-by recibido en el 2018 durante el gobierno del liberal Mauricio Macri, cuyos vencimientos por unos $19.000 millones este año, otros $20.000 millones en el 2023 y $4.000 millones más en el 2024 Argentina no puede afrontar.
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La sesión del Senado está convocada para este jueves, una semana después de que la Cámara de Diputados dio su voto favorable. El acuerdo deberá someterse posteriormente a la aprobación del directorio del FMI en Washington. Y el tiempo apremia. Entre el 20 y el 22 de marzo Argentina debe pagar un vencimiento de capital de $2.900 millones, un monto del que no dispone, según el Banco Central.
“Es la responsabilidad de nuestro gobierno construir certezas en un contexto de incertezas”, resaltó el ministro de Economía, Martín Guzmán, al presentar esta semana el programa ante el Senado. El nuevo acuerdo crediticio será el número 13 que suscribe Argentina con el FMI desde el regreso de la democracia en 1983.
Contra la inflación
Este programa de facilidades extendidas prevé 10 revisiones trimestrales y un período de gracia de cuatro años. Los pagos deberán realizarse desde el 2026 hasta el 2034. A cambio, Argentina se compromete a reducir el déficit fiscal de 3% del PIB en el 2021 a 0,9% en el 2024.
“Si se aprueba el programa disminuye un poco el grado de incertidumbre. Desaparece la posibilidad del default y se fijan una metas que el gobierno tratará de cumplir. No se despejan todas las incógnitas, pero los agentes económicos saben que habrá un ente fiscalizador (el FMI)”, comentó Víctor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.
El objetivo, según el FMI, es “abordar de manera duradera la alta inflación persistente (en el país), a través de una estrategia múltiple que involucra una reducción del financiamiento monetario del déficit fiscal y un nuevo marco para la implementación de la política monetaria”.
Cuando el directorio del FMI apruebe el acuerdo, Argentina recibirá un primer desembolso por unos $9.800 millones, que permitirá abordar el vencimiento de la semana próxima y fortalecer las reservas internacionales. Pero hay desconfianza en la sociedad sobre las medidas que adoptará el gobierno para cumplir con las metas del acuerdo.
“En relación a la situación económica vamos a estar peor, esa es la realidad. Estamos pagando una estafa”, manifestó Mónica Sulle, del Movimiento Socialista de Trabajadores, durante una protesta contra el FMI esta semana.
El acuerdo inicial fue suscrito por $57.000 millones, el monto más alto que haya otorgado el FMI hasta ahora. Sin embargo, Argentina solo recibió $44.000 millones, pues el presidente Alberto Fernández renunció a los tramos pendientes cuando asumió el poder en diciembre del 2019.
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