Costa Rica se mantuvo en el 2021 como uno de los países con más alto nivel de desempleo de la región, según el Panorama Laboral 2021 de América Latina y el Caribe que publicó este martes la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según el informe, Costa Rica tuvo un promedio de 17,4% en la tasa de desocupación en los tres primeros trimestres del año anterior, por debajo de Santa Lucía con un 23,1%, según la información que incluyó el informe. En el trimestre que terminó en noviembre del 2021 el desempleo en Costa Rica era de 14,4%.
Para el 2022, la OIT proyecta un desempleo para Costa Rica del 17,1%, casi el triple del resultado promedio esperado para el mundo, que es de 5,9%.
De acuerdo con el estudio, la recuperación económica de América Latina y el Caribe en el 2021 se ha reflejado en una leve mejoría en los indicadores laborales, pero todavía no se logra recuperar todo el terreno perdido durante la pandemia.
La tasa de desocupación regional era del 10% al promediar los primeros tres trimestres de 2021, y está previsto que termine el año en torno a 9,6%. De esta forma estaría por debajo del 10,7% registrado en 2020, pero aún bastante por encima del 8% del 2019.
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Según la OIT, unas 4 millones de personas en la región se han incorporado a las filas del desempleo a causa de la crisis sanitaria. En total, algo más de 28 millones de personas buscan empleo sin encontrarlo. A finales de 2021 faltaba recuperar alrededor de 4,5 millones de empleos, incluyendo las personas desocupadas y quienes aún no retornan a la fuerza de trabajo.
“La gran mayoría de estas personas son mujeres, que no han experimentado una mejoría en la tasa de desocupación, ya que el valor promedio de los tres primeros trimestres de 2020 y de 2021 fue similar, de 12,4 por ciento.
“Los jóvenes han regresado al empleo con mayor velocidad que los adultos en esta etapa de recuperación, pero aún así enfrentan una tasa de desocupación regional de 21,4% (promedio de los tres primeros trimestres de 2021), aún por encima del 18% antes de la pandemia, que ya era considerada excesivamente alta”, cita el documento.
Vinícius Pinheiro, director de la OIT para América Latina y el Caribe, aseveró que el panorama laboral es incierto pues, según consideró, la persistencia de los contagios por la pandemia y la perspectiva de un crecimiento económico mediocre este año podrían prolongar la crisis del empleo hasta 2023 o incluso 2024.
“Una crisis del empleo demasiado larga es preocupante porque genera desaliento y frustración, lo que a su vez repercute sobre la estabilidad social y la gobernabilidad”, agregó Pinheiro.
La OIT estima que la tasa de desocupación podría bajar este año entre 0,2 o 0,3 puntos porcentuales, manteniéndose por encima de 9%. Esto sería insuficiente para regresar a 2019 cuando, de todas maneras, la situación del mercado laboral distaba de ser positiva en una región que ya estaba entrampada en un escenario de crecimiento lento, con baja productividad y altos niveles de informalidad y desigualdad.
Mitad sigue en la informalidad
De acuerdo con el reporte, la informalidad es endémica en esta región. En 2019, una de cada dos personas ocupadas estaba en condiciones de informalidad.
Al principio de la crisis la tasa de informalidad se redujo, pues la pérdida de este tipo de empleos fue enorme, pero a partir de entonces la mayor parte de los puestos de trabajo recuperados ha sido en condiciones de informalidad.
Al tercer trimestre del 2021, la tasa promedio de informalidad regional es de 49%, prácticamente la misma que antes de la pandemia. Pero podría registrarse un aumento a medida que más personas ingresen a la fuerza laboral en un contexto de bajo crecimiento e insuficiente creación de puestos formales.