Luis Rueda llega a su casa después de trabajar y las luces lo esperan encendidas. El televisor está listo para reproducir su serie favorita en Netflix y, si quisiera, tendría el café preparado en el coffee maker y la comida caliente en el horno.
Todo lo puede preparar desde su celular. Al alcance de sus manos está la posibilidad de programar, a la medida, varios accesorios de su casa que puede manejar por medio de Internet.
En el mundo, el acceso a este tipo de dispositivos inteligentes se ha generalizado de manera acelerada en los últimos años y Costa Rica no es la excepción.
"Desde hace varios años, en las tiendas se comercializan productos inteligentes que se pueden controlar desde el celular, como línea blanca, televisores y aires acondicionados, entre otros. Ahora el cliente puede contar con una casa totalmente inteligente, de acuerdo con Eduardo Córdoba, gerente de Mercadeo de Gollo.
Es la tecnología de punta, sin duda, y es posiblemente gran parte de la oferta que los negocios ofrecerán en la temporada de compras de fin de año.
Antes de decidir si vale la pena o no comprar un electrodoméstico inteligente para el hogar, es importante que el consumidor sepa cómo funcionan y cuánto provecho les podrá sacar en Costa Rica.
Control y datos
La oferta de dispositivos y electrodomésticos inteligentes ha venido en ascenso importante en el ámbito mundial, según explicó Rueda, quien se desempeña como gerente de proyectos de tecnología. Con ese incremento en la oferta, bajan los precios.
Esa disminución en los costos ha hecho que se incremente la demanda no solo de adaptadores para volver electrodomésticos antiguos en aparatos inteligentes, sino también, de dispositivos nativos Smart.
Los dispositivos inteligentes están a la mano de los compradores y listos para las ventas de “viernes negro” y fin de año. Pero, ¿qué son capaces de hacer y por qué podrían ser una buena inversión?
La respuesta, de acuerdo con Rueda, se resume en dos aspectos: control y datos.
Primero, permiten un mejor control del aparato y además, un manejo remoto. Los electrodomésticos con conexión a Internet incluyen aplicaciones para descargar en los teléfonos y desde estas, es posible acceder a funciones sencillas como encendido y apagado, y a otras más complejas como programar un horario específico de uso.
Por ejemplo, una lavadora que permita gestionar y monitorear los ciclos de lavado desde el teléfono celular o una olla que permita comprobar y cambiar la temperatura desde el mismo dispositivo, son dispositivos que ya hoy ofrece el mercado.
En segundo lugar están los datos. El uso constante de este tipo de electrodomésticos genera información que ayuda a mejorar los hábitos de consumo. Es decir, el uso de estos dispositivos aporta datos que permiten sacarles el mejor provecho.
Existen en el mercado refrigeradores con aplicaciones que ayudan a controlar el consumo eléctrico. Con la información que generan, se puede crear un horario programado para que, por ejemplo, cambie a un control de refrigeración menor cuando el uso es bajo.
Por medio de esos datos, almacenados en las apps de los teléfonos, el usuario podrá tomar decisiones que aportan eficiencia y ahorro. Por ejemplo, programar el congelador para que las bebidas estén al punto exacto para el inicio de una fiesta; asegurar que la cocina quedó apagada o apagarla desde el automóvil; apagar una regleta de la casa con múltiples dispositivos conectados, desde la oficina.
Todas son funciones que nacen a partir del Internet de las cosas (IOT por sus siglas en inglés).
Asistente virtuales
Otra opción para aprovechar los electrodomésticos inteligentes es utilizarlos por medio de un asistente virtual.
Con Alexa, el asistente virtual de Amazon o de Google Assistant, se pueden controlar la iluminación, dispositivos de entretenimiento y distintos electrodomésticos siempre y cuando tengan conexión a Internet.
El control de los distintos aparatos desde un asistente virtual da incluso un poco más de margen de maniobra para el usuario. Con uno de estos dispositivos (Echo Dot en Alexa o Google Home, por ejemplo) se programan distintos escenarios que el usuario desee. Así maneja Luis Rueda los distintos dispositivos de su casa.
“Se le indica al asistente cuándo accionar o detener cada uno de los dispositivos, con solo hablarle”, explicó.
¿Vale la pena o no invertir en un electrodoméstico o dispositivo inteligente? Eso dependerá de cuánto provecho crea el usuario que puede sacarle a cada componente y, por supuesto, de su conexión a Internet.
El universo de posibilidades es bastante amplio. Por ejemplo, hoy es 100% posible en el país que las luces de la casa sepan cuándo se está a 100 metros de distancia y se enciendan por medio del GPS del teléfono, como sucede en la casa de Rueda.
En Costa Rica, la conectividad en Internet permite al menos las funciones básicas de control con el uso de aplicaciones celulares, sea a través de un asistente o de un app específica de cada dispositivo. Sin embargo, hay servicios que aún no están disponibles en el país.
Por ejemplo que Alexa o el asistente de Google lean las noticias del día es algo, que de momento, solo funciona para Estados Unidos. Sucede lo mismo con algunos servicios de entretenimiento y streaming que aún no están disponibles en el país: aunque la pantalla inteligente traiga Disney+ instalado, el servicio funcionará en Costa Rica hasta finales del 2020, según dio a conocer la compañía.
Sin embargo, el espíritu de estos dispositivos inteligentes es el mismo, ya sea con el uso de un asistente o no, buscan que el usuario tenga el control remoto de sus electrodomésticos, que pueda acceder a datos para conocer sus hábitos de consumo y que pueda obtener ahorro y comodidad.