Un inconveniente como esta perturbación a los servicios públicos por la que estamos atravesando, permite reflexionar, hacer algunos aprendizajes y señalar algunos desaprendizajes necesarios.
Los estudiantes que no están recibiendo lecciones podrían estar estudiando. Los parados impiden a algunos de sus maestros dar lecciones, pero no les impiden a los estudiantes aprender, como dicen que hacen algunos alumnos de enseñanza técnica.
Estamos en tiempos prodigiosos. Un chico que quiera prepararse para el examen de bachillerato encuentra en la red abundantes medios en los cuales estudiar. Por ejemplo, Kahn academy en español, para matemática y ciencias, pero si el paradigma rector es que aprender es algo que solo ocurre cuando hay un maestro, un aula y unas clases, el auto-aprendizaje –la posibilidad de aprender- está vedada a los estudiantes y es ignorada por los padres de familia.
Hemos visto como somos de tolerantes quienes nos oponemos al paro, sin embargo, no urgimos al Gobierno a tomar las medidas legales respectivas.
Tal vez, de veras nuestra civilidad tenga raíces profundas. Tal vez hicimos el cálculo de que para la estabilidad futura de la decisión que sin duda tomará el Gobierno, es conveniente acreditar muestras de tolerancia. Aunque de alguna manera deberíamos dejar constancia de nuestro malestar y de los perjuicios sufridos.
Se leen en los medios argumentaciones en el sentido de que los malos manejos públicos, como desfalcos y pérdidas bancarias, son los culpables del desbarajuste fiscal y que por eso hay que liquidar el proyecto de reforma que está en la Asamblea.
Conviene, por sindéresis, ver que cuando nos enfrentamos a un incendio, es poco significativo cuál sea su causa. La urgencia, es apagarlo por el costo que tiene no hacer nada. Y de nuevo el terrible drama del tiempo pasado: si hubiéramos hecho, en el pasado…
Pero ese quejido solo sirve para subrayar la importancia de tomar hoy las medidas que hay que tomar, para que en diez años, no volvamos a estar en una situación igual. Sólo podemos operar sobre el presente. Y ese, aquí lo tenemos.