San José
Los países de Centroamérica, incluído Costa Rica, le apuestan a una nueva plataforma digital de comercio para reducir costos, trámites y agilizar las operaciones de comercio regional desde sus pasos fronterizos.
Se trata del proyecto regional: Plataforma digital de comercio centroamericano (PDCC), que busca la facilitación del comercio y mejorar los índices de competitividad regional.
El mismo se desarrolla en tres fases. Una primera que ya empezó, y una segunda y tercera que arrancarían en setiembre del presente año. Así, sería en el 2020 cuando todas las etapas se den por concluídas.
Eso sí, las autoridades regionales aseguran que no se tendrá que esperar hasta ese momento para percibir beneficios del esfuerzo.
Paso a paso. La primera fase del proyecto consistió en la creación de un bus de interoperabilidad; es decir, una especie de traductor que convierte transmisiones informáticas emitidas por los sistemas de cada país y las transforma en un único lenguaje para ser interpretado por el resto de la región.
Por su parte, la fase dos incluirá distintas facilidades para los usuarios de los países tanto del servicio público como privado. Por ejemplo, se permitiría que la información anteceda a la mercancía y se cumpla el principio de declarar anticipadamente y evitar demoras en los puntos de ingreso.
En la plataforma abrá información, tranmisión y emisión de trámites de comercio que controlan autoridades aduaneras, migratorias, sanitarias y ventanillas únicas.
"Hablamos de contar con formatos únicos, de que la plataforma tenga la posibildiad de conectarse con otras plataformas que han desarrollado otros socios comerciales (UE- Alianza dle Pacífico), de que se de un intercambio de información oportuna y en tiempo real", dicta el Sieca en un video especial.
En pararelo a una segunda fase se irá desarrollando la tercer y última etapa. En este punto, organismos internacionales ayudarán a definir cuáles son las mejores prácticas que debería ejecutar y se ajustan a la región, al tiempo que se elaborará un diagnóstico país que desencadenará en una hoja de ruta.
Apoyo. El proyecto cuenta con el aval y el involucramiento de autoridades de comercio exterior, aduanas, migración, ventanillas únicas y control sanitario y fitosanitario de Centroamérica, quienes firmaron el 20 de enero pasado un acuerdo para impulsar el desarrollo de la herramienta.
Según detalló John Fonseca, viceministro de Comercio Exterior, y quien funge como coordinador del proyecto, la plataforma es desarrollada por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para su desarrollo se cuenta con fondos donados por la Unión Europea por ocho millones de euros.
"Nos estamos moviendo hacia las mejores prácticas. Cuando la plataforma llegue a implementarse en su totalidad, eso implicaría que la región estará en las mejores posiciones de un ranking de competitividad a nivel de América Latina. Nos movemos en una lógica de progresividad para ir teniendo resultados", comentó Fonseca.
Reducción en los tiempos de paso en los puestos fronterizos, digitalización de los procesos y la eliminación de procesos duplicados o triplicados entre países se enumeran como los beneficios de mayor impacto para los usuarios.
Mal evidente. Los problemas logísticos de Costa Rica y las barreras no arancelarias se estiman con un valor monetario equivalente a un impuesto del 25%.
Al mismo tiempo, en Centroamérica, los costos de logística pueden representar hasta un 40% del precio final de los productos. Es más, de acuerdo con el más reciente Índice de Desempeño Lógistico (2016), de entre 160 países, Costa Rica se ubica en la posición 89 y el mejor puntuado de la región, Panamá, se ubica en el puesto 40.
Para revertir el mal desempeño nacional, las autoridades han hecho sus apuestas pero pocas han provocado efectos significativos.
Yolanda Fernández, presidenta de la Cámara de Comercio de Costa Rica, recordó cómo en el 2013 el país implementó el cobro de un tributo para la salida del país por la vía terrestre. Un 50% del total recaudado se utilizará para sufragar el costo de obras relacionadas con la operación, conservación y ampliación de los puestos fronterizos terrestres.
Solo en los primeros meses de vigencia de la ley se hablaba de ¢757 millones recaudados.
"¿Cuánto de ese dinero se ha ejecutado? No vemos resultados. Somos un país que apostó por otro modelo de desarrollo pero que no estamos dando la talla", comentó Fernández.
Y para aumentar la lista de pendientes, el país busca suscribir un crédito hasta por $100 millones para modernizar el paso de fronteras en Las Tablillas, Peñas Blancas, Paso Canoas y Sixaola.
El dinero provendría de un préstamo con el BID.
De aprobarse este proyecto, en cola desde el 2013, se estima que los importadores durarían una hora realizando trámites en el puesto de Paso Canoas y se ahorrarían 47 horas de tiempo, tiempo promedio que tardan hoy.