Boston Scientific, la principal empresa exportadora de dispositivos médicos de Costa Rica y que genera 10.000 empleos, se pronunció ante el gobierno de Donald Trump en el marco de la investigación sobre las importaciones de estos productos que realiza Washington y que podría traducirse en la imposición de nuevos aranceles.
Mediante una carta dirigida al secretario de Comercio estadounidense, Howard W. Lutnick, el asesor legal de Boston Scientific, James Sawyer, señaló que la compañía depende de una cadena de suministro globalmente integrada para el abastecimiento de componentes especializados, materias primas y productos terminados que no son factibles de producir en Estados Unidos.
Sawyer también solicitó no imponer aranceles a los dispositivos médicos y advirtió sobre los efectos negativos para los consumidores estadounidenses y las posibles repercusiones en inversión y empleo en Costa Rica, único país donde opera en Centroamérica.
La multinacional ejemplificó que la cadena de suministro costarricense es relevante y se sustenta en el tratado de libre comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta).
Riesgos para Costa Rica
Boston Scientific argumentó acuerdo de libre comercio que promueve lazos comerciales, la inversión, prosperidad y estabilidad.
“El comercio bajo el Cafta apoya empleos y desbloquea oportunidades para trabajos bien remunerados a medida que los bienes fluyen a través de las fronteras y se fabrican en productos finales y ayuda a mantener una cadena de suministro estable entre EE. UU. y sus socios centroamericanos”, argumentó la multinacional que, en la región, solo tiene operaciones en Costa Rica.
A la vez, añadió que mantener y fomentar el comercio bajo el tratado apoya la estabilidad regional y, por lo tanto, contribuye directamente a la seguridad nacional de Estados Unidos.
El pasado 26 de setiembre, la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) del Departamento de Comercio de EE. UU., abrió una consulta pública por una investigación iniciada para determinar si la importación de dispositivos médicos es un tema de seguridad nacional.
La investigación, que coordina el secretario de Comercio y comenzó el 2 de setiembre, se realiza con base en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, y abarca equipos de protección personal (EPP), consumibles médicos y equipos médicos, incluidos los dispositivos.
La Sección 232 autoriza al presidente Trump a tomar medidas para ajustar las importaciones de un artículo y sus derivados en cantidades o circunstancias tales que no amenacen con perjudicar la seguridad nacional. La investigación estaría preparando el escenario para nuevos aranceles.
La carta fechada el 17 de octubre, día en que vencía el plazo de la consulta pública, reitera:“Por esta razón, la compañía insta a la BIS a considerar mantener un trato preferencial para los acuerdos de libre comercio y socios de nearshoring, incluyendo eximir de las medidas de la Sección 232 a aquellos productos originarios bajo el DR-Cafta”.
Rechazo a aranceles
Boston Scientific solicitó que no se impongan aranceles a los productos sujetos en el Cafta y que se excluyan de las medidas de la Sección 232 los componentes, partes, accesorios y materias primas de origen extranjero utilizados en la fabricación nacional de dispositivos médicos.
“Como fabricante de dispositivos médicos con sede en EE. UU. y con una presencia sustancial de fabricación nacional, Boston Scientific insta encarecidamente considerar los aspectos únicos y las contribuciones críticas del sector de tecnología médica (medtech) al elaborar políticas que puedan imponer aranceles u otras medidas comerciales sobre dispositivos médicos y componentes importados”, señala el documento.
La multinacional también pide que se permita una exclusión de las medidas de la Sección 232 para los productores con sede en EE. UU. de investigación y desarrollo, incluso si aprovechan la producción en países aliados para insumos de menor costo.
Además, solicita que se excluyan de las medidas los componentes y materias primas que apoyan la fabricación de dispositivos médicos.
La Nación envió consultas a la multinacional sobre si las advertencias planteadas en la comunicación tendrían efecto en los empleos y las inversiones en Costa Rica. Al cierre de esta nota se estaba a la espera de respuesta.
Para la compañía, las medidas de la Sección 232 conllevan el riesgo de aumentar los costos para pacientes, hospitales y programas de salud del gobierno estadounidense; empeorar los resultados de salud y reducir el acceso a tecnologías que salvan vidas.
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“Durante las emergencias de salud pública, como pandemias o desastres naturales, la capacidad de obtener rápidamente dispositivos médicos de diversos proveedores globales es una fortaleza, no una vulnerabilidad. Los aranceles reducirían la flexibilidad y aumentarían el riesgo de escasez”, indica la misiva.
Movimiento de inversiones
La compañía advierte a la administración Trump que el retorno de las operaciones e inversiones a EE. UU. no es posible de inmediato.
“Aunque Boston Scientific ha demostrado su compromiso de invertir fuertemente en Estados Unidos, existen ciertos requisitos regulatorios y de calidad que impiden mover rápidamente toda la fabricación de sus dispositivos médicos al país”, detalló la empresa.
Dos décadas en Costa Rica
Boston Scientific, tiene operaciones en Costa Rica desde 2004. Actualmente con sedes en Alajuela, Heredia y Cartago. La multinacional genera 10.000 empleos, confirmó en ocasión anterior a La Nación, Eric Tagarro, vicepresidente de Operaciones.
De acuerdo a datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer),Boston Scientific encabeza la lista de principales exportadores de dispositivos médicos con mayores niveles de exportaciones, durante 2024 y el primer semestre de 2025.
Al mes de setiembre, las exportaciones totales de equipo de precisión y médico ascendieron a $8.139 millones, siendo el principal bien que Costa Rica coloca en el extranjero, representan el 48% del total de ventas.
De acuerdo con información del sitio web de la empresa, Costa Rica es el único país del DR-Cafta donde Boston Scientific tiene operaciones, mientras que su sede principal se encuentra en Marlborough, Massachusetts (EE. UU.).
