Un fuerte ataque de la enfermedad del dragón amarillo en las plantaciones de naranja del estado de Florida, en Estados Unidos, causó una baja en la oferta y, con ello, un repunte de los precios del jugo.
Esto implicaría mayores ingresos para los productores locales.
El 23 de diciembre del 2013, la cotización en la bolsa de productos estadounidenses estaba en $1,35 por libra de sólidos. A partir de ahí, el precio diario inició un alza, aunque con algunos altibajos, que lo llevó hasta los $1,47 del lunes pasado.
Carlos Odio, presidente de la empresa Tico Frut (principal productora y exportadora de Costa Rica), explicó que Florida redujo ya dos veces sus estimaciones de esta cosecha. Inicialmente, esperaba una producción de 125 millones de cajas de 90 libras (41 kilos) cada una; en diciembre se bajó a 121 millones de bultos y ahora en enero a 115 millones.
Florida es el segundo proveedor mundial de jugo de naranja y una reducción en su cosecha causa impacto en la oferta y un repunte de precios internacionales.
Odio dijo que si las heladas de finales de año hubieran afectado a las plantaciones, el aumento del precio sería mayor. Pero el clima, finalmente, golpeó muy poco a los alrededor de 56 millones de árboles que tiene ese Estado.
Costa Rica tiene alrededor de unos 6 millones de árboles y la producción por cosecha es cercana a los ocho millones de cajas de 41 kilos cada una (90 libras).
Mejores años. La condición actual del mercado indica que los mejores precios por el jugo concentrado de naranja se mantendrán en los próximos años, pues las plantaciones de Florida no se recuperarán fácilmente de la afectación por el dragón amarillo.
Eso implica una mejoría en el ingreso para los naranjeros de Costa Rica, pero que para empresas como Tico Frut no llevará a comprar más fruta a fincas independientes.
Arturo Laso, gerente del Programa Nacional de Cítricos, dijo que, tras seis años de investigación, ya se hicieron las primeras parcelas demostrativas de variedades de naranjas, limones y toronjas de mesa. Eso permitirá a los productores vender fruta para consumo en mesa y no para jugo, lo cual deja un mucho mayor ingreso.