El fideicomiso de apoyo a los productores de café afectados por la roya busca ¢8.200 millones adicionales para cumplir con la totalidad de solicitudes de crédito recibidas.
Ese faltante surgió tras calcular cuántas de las 17.000 solicitudes recibidas se podrán atender con los ¢21.800 que inicialmente entraron al plan de asistencia. Al final, la estimación es que serán unas 14.000.
Así lo reconoció Luis Zamora, gerente del Programa de Café del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y miembro del comité técnico del fideicomiso.
De los ¢21.800 millones, la mayor parte (¢20.000 millones) fueron aprobados en la Ley del Presupuesto Nacional, en tanto los otros ¢1.800 millones salieron de los fondos del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop).
El fideicomiso obtuvo además ¢11.133 millones adicionales para brindar ayuda social no reembolsable a los cafetaleros que demostraran que la roya impactó sus plantaciones y, por ende, sus ingresos.
Esos recursos provienen del 50% del excedente presupuestario del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf) –del ejercicio del 2013–, una transferencia que fue autorizada en la ley del fideicomiso, explicó Zamora.
El gerente dijo que, según las estimaciones, esa suma será suficiente para cubrir toda las necesidades de ayuda no reembolsable.
Avance. Un informe solicitado al director ejecutivo del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), Ronald Peters, detalló que al 27 de agosto pasado, el fideicomiso había prestado ¢14.528 millones, en un total de 8.212 créditos aprobados.
Eso indica que quedan ¢7.272 millones para el resto de préstamos, siempre y cuando se reciba la totalidad de la transferencia del Infocoop, que hasta ahora ha entregado ¢500 millones, detalló Zamora.
Con esos fondos se podría llegar a las 14.000 operaciones, con lo cual quedarían unas 4.000 en espera, por los ¢8.200 millones adicionales, consideró el funcionario.
Se manejan algunas opciones para conseguir esos recursos sin salirse de la ley del fideicomiso.
Una de ellas es que el fideicomiso avale ante los bancos comerciales los créditos faltantes.
Ese aval es posible mediante los activos; es decir, los créditos tramitados, para lo cual se trabaja en una figura que permita convertirlos en un fondo de garantías.
La otra opción es gestionar el dinero en el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), también con la garantía de los activos.
Ambas alternativas están en estudio, enfatizó Zamora, mientras Peters prefirió no referirse a ellas.
En cambio, Peters dijo sentirse muy satisfecho con la ayuda no reembolsable que ha beneficiado a 12.398 familias de cafetaleros.
Hasta el pasado 27 de agosto, ya se habían comprometido ¢3.719 millones en esa asistencia social no reembolsable, que es entregada por medio de las oficinas del Instituto de Ayuda Social (IMAS).