Hay quienes dicen que Rónald González le deja poca herencia a Gustavo Matosas. Otros, por el contrario, consideran que le está haciendo el trabajo sucio. Él solo piensa que ese es su trabajo, “ni sucio ni limpio”, allanarle el camino al técnico uruguayo, probar posibles sustitutos de Bryan Ruiz, Celso Borges y Cristian Bolaños, aguantar las críticas por las derrotas, convocar a algunos jugadores que el próximo seleccionador quiere ver. “Si acepté es porque estoy dispuesta a encararlo”, comenta González en un diálogo que revela cómo se está gestando el cambio de mando.