Conscientes de los beneficios que tiene la leche de vacas alimentadas con pasto para el corazón de las personas, los productores del país buscan obtener nuevas variedades de calidad más alta para su ganado, de manera que generen más ácido linoleico conjugado (CLA).
“Buscamos que el forraje sea de pasto de alta calidad, para que la vaca produzca leche más sana y de mejor calidad. Sin embargo, a una vaca lechera no se le puede dar solo pasto. También necesita un concentrado con cereales y miel, que le den la proteína y energía necesarias para ser ordeñada”, explicó Carlos Castro, coordinador del proyecto de lechería en La Ciudad de los Niños, en Cartago.
“La idea es hallar un pasto de una calidad tan alta que brinde todas las proteínas y energía necesarias y ya no se requiera utilizar el concentrado”.
Castro lidera un proceso que pretende obtener leche más sana a partir de la alimentación de las vacas.
El primer paso para encontrar un pasto de calidad óptima –y así dejar el uso de concentrados paulatinamente– se encuentra en sembrar maíz y dejarlo crecer hasta los 70 días. Una vez pasado este tiempo, se cortan los cultivos sin que el grano se haya desarrollado del todo y se le da a las vacas. De esta forma se obtienen la fibra del pasto y la proteína del maíz sin tener las propiedades perjudiciales del grano.
La primera siembra de este maíz ya comenzó, y en un par de meses empezará a ser parte de la alimentación del ganado de leche.
Posteriormente, las vacas caminan hacia sus establos, donde son recibidas por duchas de agua fría que buscan eliminar la sofocación y el estrés generado por el calor y luego reciben un “almuerzo” con pastos de alta calidad y un concentrado con cereales y miel.
Una vez finalizado este proceso, se procede a ordeñar las vacas de manera lenta y luego se les deja descansar.
“Estamos convencidos de que una vaca bien alimentada y que no tenga mucho nivel de estrés va a dar leche de mejor calidad y más saludable”, dijo Castro.
La búsqueda de mejores pastos para la alimentación de las vacas es constante en la mayor parte de lecherías en el país, lo que ayudará en la comercialización internacional de los lácteos.
“Costa Rica tiene una de las mejores producciones de leche en la región, y ahora puede tener también una leche que aminora el riesgo de sufrir infartos, una propiedad de la leche que anteriormente no se había demostrado por completo”, dijo Hannia Campos, investigadora costarricense que coordinó el estudio sobre los beneficios de la leche tica para el corazón.