¿Cuáles son las ventajas de este procedimiento?
Hay tres fuentes principales de células madre: las de médula ósea, las de grasa y las de cordón umbilical. Usamos las dos primeras, combinándolas. Las de cordón no porque son células aún inmaduras que no tienen los mismos resultados.
”Se le implantan al paciente. Es mínima invasión, ambulatorio, no toma más de tres horas y la persona se va a la casa. Ya hemos visto los buenos resultados. No podemos decir que se curan o que cambian las enfermedades, pero sí que les vemos mejoría. No son solo testimonios; son vidas”.
¿Cuál es el porcentaje de éxito? ¿Varía según el paciente?
Varía según varias cosas, el paciente, la condición por tratar y el estilo de vida de la persona porque alguien que se ha descuidado mucho, que fuma, toma, consume drogas, tiene sus células madre más dañadas y costará más. En una persona sana, el caso es distinto.
”Es un proceso; en unos casos toma su tiempo; en otros, hemos visto a personas con mejoría al día siguiente”.
En Costa Rica, el Ministerio de Salud había prohibido el uso anterior de células madre. ¿Cuál es la diferencia con lo que ustedes hacen?
Nosotros no manipulamos las células en un laboratorio; no las ponemos a crecer ni a multiplicarse. Pero hay mucha desinformación entre las autoridades de salud. Pasamos dos años en el Ministerio explicando qué hacemos para que nos dieran los permisos.
”Los avances en este tema se dan a pasos tan agigantados que el que no se mete en la colada, se va quedando atrás. Son terapias que llevan 10 años, no uno o dos. Cada vez que vamos a congresos, se nos suministran carpetas llenas de información sobre estos procedimientos en Europa y otros países de América Latina. Los doctores que no creen en esto es porque no saben.
”En nuestro caso, el interés del paciente es mayor. No violentamos el derecho a la salud, más bien es una alternativa cuando ya los médicos le han dicho a la gente que no hay nada por hacer”.