
Un amplio número de estudios sugiere que el café podría ayudar a vivir más tiempo, pero su efecto positivo depende de la forma en que se prepara y los ingredientes añadidos. Así lo indica Trisha Pasricha, médica e investigadora de la Escuela de Medicina de Harvard, quien advirtió que los beneficios del café se pueden perder si se prepara mal o se acompaña de sustancias procesadas.
En una columna publicada en The Washington Post, Pasricha señaló que el impacto del café no depende únicamente de la cafeína. Su análisis de decenas de investigaciones revela que las ventajas se asocian con el consumo moderado y consciente.
Uno de los estudios más relevantes fue publicado en 2022. Este trabajo siguió durante siete años a más de 170.000 adultos en el Reino Unido. Los resultados mostraron que quienes bebían entre 1,5 y 3,5 tazas diarias presentaron hasta un 30% menos de riesgo de muerte por cualquier causa en comparación con quienes no lo consumían.
El café también ha sido relacionado con una menor incidencia de enfermedades como Parkinson, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer, debido a su alto contenido de antioxidantes. En Estados Unidos, representa la principal fuente de estas sustancias en la dieta diaria.

Los riesgos de añadir azúcar y cremas
Según la experta, los beneficios del café disminuyen cuando se le añaden productos procesados, como edulcorantes o cremas.
Recomienda no usar más de una cucharadita de azúcar y dos cucharadas de leche entera por taza. En estudios recientes, quienes consumían café sin endulzantes mostraron la mayor reducción en mortalidad, mientras que aquellos que usaron edulcorantes artificiales no obtuvieron los mismos beneficios.
Los endulzantes bajos en calorías, aunque suelen promocionarse como opciones más saludables, podrían alterar la microbiota intestinal y los procesos metabólicos, según la evidencia actual.
Además, muchos de las cremas de café vendidos en supermercados contienen aceites vegetales y azúcares añadidos, y no incluyen crema real. Una sola cucharada puede sumar entre una y dos cucharaditas de azúcar, además de grasas procesadas.
Pasricha sugiere usar leche entera en poca cantidad o añadir canela, la cual aporta aroma, antioxidantes y no agrega calorías.
El método de preparación hace la diferencia
Una investigación realizada en Noruega con medio millón de personas mostró que el café filtrado reduce más el riesgo de muerte que las versiones sin filtrar, como el espresso o la prensa francesa.
Esto se debe a los diterpenos, compuestos naturales del café que elevan el colesterol LDL. Los filtros de papel, como los usados en cafeteras por goteo o en el método pour-over, retienen estos compuestos, mientras que los filtros metálicos permiten su paso. Incluso las cápsulas y el café instantáneo suelen contener filtros internos que cumplen esta función.
Pasricha advirtió sobre los problemas ambientales de usar cápsulas plásticas de un solo uso, pese a sus beneficios en filtración.
¿Cuál es el mejor momento para tomar café?
El horario en que se bebe café también influye en sus efectos. Un estudio con más de 40.000 adultos estadounidenses indicó que quienes consumieron la mayor parte del café antes del mediodía tuvieron un 16% menos de riesgo de morir por cualquier causa que quienes lo hicieron en la tarde o noche.
Esto se explicaría por la interferencia de la cafeína con la melatonina, hormona clave para regular el sueño. El café ingerido en horas tardías reduce hasta en un 30% la producción de melatonina, lo que puede afectar el descanso y alterar el ritmo circadiano, con consecuencias en la inmunidad y la inflamación.
¿Qué pasa con su efecto laxante?
El conocido efecto laxante del café tiene fundamento científico. La bebida estimula el reflejo gastrocolónico, que activa el colon para facilitar la digestión pocos minutos después de su consumo, incluso si se trata de café descafeinado. Por ello, Pasricha aconseja planificar el horario del primer café para evitar interrupciones en la rutina matutina.
¿Quiénes deben tener precaución?
En general, el café es seguro y puede ser beneficioso si se consume con moderación, siempre que no se le agreguen ingredientes perjudiciales. No obstante, quienes tienen presión arterial superior a 160/100 mm Hg o padecen enfermedades cardiovasculares deberían consultar a su médico antes de aumentar su ingesta. Aun así, los estudios no han encontrado que una taza ocasional afecte significativamente la presión arterial en consumidores habituales.
La médica resumió su recomendación con una fórmula simple: hasta 3,5 tazas de café filtrado al día, con poca azúcar y sin cremas artificiales, pueden integrarse a un estilo de vida más saludable.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
