No tuvieron mayor dificultad para rescatarlo. Todo lo contrario: esta cría de perezoso era tan afable que los bomberos incluso se lo llevaron en los regazos después de recogerlo.
Tres bomberos de Cartago recibieron la alerta de vecinos del barrio San Blas, en el distrito el Carmen, del cantón Central de esa provincia, pero al llegar en su auxilio, el animal pareció sonreírles y, más bien, se dejó abrazar mientras lo trasladaban a un lugar seguro.
Aunque los hechos sucedieron hace una semana –al parecer, el domingo 10 de marzo–, fue hasta este viernes cuando trascendió la noticia.
Varios lugareños dieron el aviso tan pronto vieron al animal en plena vía pública y completamente desprotegido. De hecho, los ladridos de unos perros que lo perseguían fueron los que alertaron al vecindario de su presencia.
Presunciones. Según contaron, la suposición generalizada es que el ejemplar se vio obligado a huir en días recientes porque su hábitat natural fue devastado. Unos 2 kilómetros al norte de ese poblado hay un territorio boscoso, de donde se presume que debió huir el animal.
Dada la lentitud de este mamífero para caminar, era grande el riesgo de que sufriera maltratos como que niños le lanzaran piedras o que perros lo atacaran. Por eso, los vecinos lo cubrieron con una cobija y aguardaron a su lado mientras llegaban los rescatistas.
Gilberth Warren, jefe del batallón de Bomberos en Cartago, contó que su equipo alimentó a la cría de perezoso y, posteriormente, lo llevaron a la misma zona de bosque de donde se sospecha que llegó el pequeño mamífero.