“Uno de los puntos del por qué diversificamos nuestra matriz energética, es el cambio climático". Así explicó Eric Herra Chacón, gerente de Generación y Proyectos de Coopeguanacaste, la inversión que en años recientes han realizado para establecer nuevas fuentes de generación limpia.
El 60% de la energía que actualmente distribuye la cooperativa a sus más de 78.000 abonados en Guanacaste, es generada por sus propios medios, el restante 40% es comprado al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).
Para ello, se apoyan en dos centrales hidroeléctricas, Canalete (2008) y Bijagua (2016); un parque solar, Juanilama (2017), y dos parques eólicos, Río Naranjo (2018) y Cacao (2019).
“Contar con una matriz diversificada, donde no dependamos de un tipo de fuente, porque en algún momento esa fuente escasea, nos permite ese músculo, o esa competencia, de tener recursos disponibles sin importar la época del año.
“(...) Si tenemos sol en una época que esperábamos agua, podemos recurrir a la energía solar y eólica; si hay agua recurrimos a las hidroeléctricas. Nos va a hacer competitivos porque vamos a tener una constancia en el volumen de energía disponible para colocar”, detalló Herra.
Tecnologías amigables
Guanacaste se ha convertido en tierra fértil para el desarrollo de fuentes renovablesde energía: hidroeléctrica, eólica, solar, geotermia y biomasa. La provincia aporta el 40% de energía limpia que consume Costa Rica y de acuerdo con datos del Centro Nacional de Control de Energía (Cence), posee 28 plantas entre obras del ICE y de capital privado.
El parque eólico Cacao es el proyecto más reciente desarrollado por Coopeguanacaste para consolidarse en esa ruta de generación de energía por medio de fuentes renovables y, es producto de una inversión de $51,8 millones (unos ¢30.000 millones).
Se ubica en el cerro del mismo nombre, específicamente entre las comunidades de Cacao y Bernabela, y a tan solo seis kilómetros de las oficinas centrales de Coopeguanacaste, en Santa Cruz. Tiene una extensión de 400 hectáreas y está rodeado de una variedad significativa de flora y fauna.
Además, cuenta con nueve aerogeneradores, con una capacidad instalada de 2,35 megawatts (MW) y una altura de 98 metros cada uno. Según la cooperativa, el parque representa el 25% de la energía propia generada y beneficia a unos 20.000 hogares.
Energía limpia
El 100% de la matriz energética de Coopeguanacaste proviene de fuentes renovables.
FUENTE: COOPERATIVA DE ELECTRIFICACIÓN RURAL DE GUANACASTE (COOPEGUANACASTE, R.L). || w. s. / LA NACIÓN.
"Esto es muy importante porque visibiliza lo estratégico de contar con una matriz diversificada en varias fuentes” explicó el vocero de la cooperativa.
Otro de los beneficios que apuntó el gerente, es que la generación propia habría permitido a la cooperativa disminuir las compras de energía para abastecer la demanda de energía de los asociados, lo cual además significa un ahorro económico que impacta la tarifa eléctrica, aunque no brindó un monto exacto.
La energía producida por Cacao, es conducida a través de una línea de transmisión de 6.632 metros de longitud, construida por Coopeguanacaste y que se interconecta directamente, con sus propios circuitos de distribución.
“Hemos visto resultados muy positivos con la operación del parque eólico Cacao. Incluso, ha sobrepasado los porcentajes de generación establecidos mensualmente, esto nos compromete a seguir trabajando en la búsqueda de la autosuficiencia”, mencionó Herra.
Nuevas inversiones
La cooperativa ya tiene otros dos proyectos en etapa de preinversión: uno eólico, que esperan tener listo para el 2020, y otro de gasificación, a partir de residuos sólidos no valorizables, para la generación de energía eléctrica.
Para el gerente de proyectos de la cooperativa, la iniciativa que busca aprovechar los residuos de los guanacastecos, tiene tanto una connotación social, como ambiental
“El tema basura es un problema país, y en nuestra provincia, que su fuerte es el turismo, la basura está generando muchos problemas”, señaló.
Esta situación se vería reflejada, por ejemplo, en los rubros que deben invertir los gobiernos locales para hacerse cargo de los residuos, y que según Herra, podrían invertirse en otros programas que sean de beneficio para los habitantes de sus respectivos municipios. También tiene un impacto en las zonas costeras y en el volumen que manejan los hoteles de la región.
“Creemos que con este proyecto, vamos a aliviar presupuesto a las municipalidades, porque nosotros no vamos a cobrar para que lleven su basura a la planta”, aseguró el gerente de Coopeguanacaste.
Actualmente, se trabaja en el desarrollo de la iniciativa, para demostrar su viabilidad ambiental, pero la cooperativa espera que este proyecto, con el tiempo, pueda abrir en Costa Rica, un nuevo portillo en materia de generación de energía, aprovechando los residuos que no son valorizables.
También, se visualiza que pueda generar nuevas fuentes de empleo en la provincia. Se estima que al menos 300 personas tendrían que ser contratadas para la construcción de la planta, mientras que se necesitará entre 45 y 50 funcionarios para la etapa de operación.