Verónica Quirós sale a pasear con sus dos perros todas las semanas. Hasta hace poco desconocía que no recoger las heces de ellos podía perjudicar la salud humana.
“Desde chiquitilla tuve perros y nunca vi a mis papás recoger sus heces, pero hace como dos meses fue que vi que, en serio, podía perjudicarle a la gente, ahora, cuando salgo con ellos, llevo una bolsa plástica”, comentó.
Este hábito de Quirós es lo que busca la campaña Si mi perro lo hace por necesidad, yo lo recojo por educación, en la que participan el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), Ministerio de Agricultura, Municipalidad de San José y la empresa Cargill.
“Las heces de los perros contienen parásitos que pueden causar males gastrointestinales y en la vista. A los parques van niños que pueden tocar las heces y, luego, llevarse la mano a la boca. Esto puede enfermarlos”, comentó Laura Loaiza, coordinadora del Programa de Bienestar Animal de Especies Pequeñas de Senasa.
En marzo pasado, un estudio de la Universidad Nacional (UNA) concluyó que las personas no tienen esta práctica y, con ello, exponen la salud de otros.
La campaña empezó, este domingo, en el parque Okayama, (San Francisco de Dos Ríos). Cada mes irá a un parque para explicar cómo desechar las heces de las mascotas y dará bolsas para ello. En estos parques (Okayama, La Sabana, Perú y barrio México) también habrá basureros especiales para este fin.