
Una de las lluvias de meteoros más esperadas de noviembre, las Leónidas, regresará en 2025 con condiciones óptimas para su observación, gracias a una Luna menguante que no interferirá con el cielo nocturno.
El evento alcanzará su máximo entre la noche del 16 y la madrugada del 17 de noviembre, aunque algunos especialistas consideran posible un segundo pico el 18.
Según la Fundación Cientec, esta lluvia puede observarse cada año en noviembre. Aunque su punto máximo suele generar solo 15 meteoros por hora, las condiciones de oscuridad este 2025 favorecerán su visibilidad.
En ocasiones extraordinarias, cada 33 años, las Leónidas pueden transformarse en una tormenta meteórica con miles de meteoros por hora, como ocurrió en 1833, 1866, 1966, 1999, 2001 y 2002.
El Cientec agregó que a pesar de que noviembre es un mes con alta nubosidad, las madrugadas suelen estar despejadas, lo que aumenta las probabilidades de disfrutar del espectáculo.
¿Por qué se producen las Leónidas?
El origen de esta lluvia se encuentra en el cometa 55P/Tempel-Tuttle, cuya órbita deja un rastro de partículas que, al cruzarse con la Tierra, generan los meteoros visibles. La actividad más intensa ocurre cuando el cometa se acerca al Sol, pero los destellos que se observan no corresponden al material nuevo, sino a fragmentos más antiguos de pasadas aproximaciones.
Estas partículas se agrupan en densas franjas que orbitan como si fueran avenidas de desechos cósmicos, y la Tierra choca con ellas cada año en noviembre.

Cómo y dónde ver la lluvia de meteoros
Los meteoros pueden apreciarse a simple vista, sin necesidad de telescopios. Se recomienda acostarse en un lugar con un horizonte amplio, lejos de fuentes de contaminación lumínica.
Aunque su radiante está en la constelación de Leo, no es necesario mirar directamente hacia ella. La actividad suele intensificarse después de la medianoche, cuando la constelación asciende por el este, poco antes de las 12.
Otros cuerpos celestes visibles en noviembre
Además de los meteoros, Saturno podrá observarse en la constelación de Acuario, desde el anochecer hasta la 1:30 a. m. Brilla con una tonalidad amarilla y con telescopios será posible distinguir sus anillos, que en esta época se ven de canto.
Júpiter, aún más brillante, estará en la constelación de Géminis, cerca de la estrella Pólux. Con binoculares o telescopio se pueden ver sus lunas galileanas.
Cielo oscuro ideal para otros objetos astronómicos
La cercanía de la Luna Nueva permitirá noches muy oscuras, ideales para buscar otros cuerpos celestes, como la Nebulosa de Orión (M42), el cúmulo de las Pléyades, las Hiades, el Pesebre (M44) y la Galaxia de Andrómeda (M31). Una aplicación astronómica puede servir de guía para ubicar estos objetos y las constelaciones asociadas.
Duración: del 6 al 30 de noviembre de 2025
Máximo: del 16 al 17 (o 18) de noviembre
Tasa estimada: 15 meteoros por hora
Objeto madre: cometa 55P/Tempel-Tuttle
Luna: menguante, cercana a la fase nueva
