Los ladrillos se pueden emplear “para cerramientos, tabiques y, con algunas mejoras, soportar el peso de un techo”, dijo a Tierramérica una de sus inventoras, la arquitecta Marianela Romero, de la Universidad Nacional de Río Negro.
La fabricación es “eficiente”, dijo Romero, porque no requieren cocción a altas temperaturas, que es contaminante. Son además “buenos aislantes térmicos”, detalló.
Bariloche, en la provincia de Río Negro, y Villa La Angostura, en la vecina Neuquén, fueron las ciudades más afectadas por millones de toneladas de cenizas y arenas volcánicas de la erupción que comenzó el 4 de junio de 2011.