Para contrarrestar los efectos de la falta de gravedad y el vacío, los astronautas necesitan ejercitarse y nutrirse aún mejor de lo que lo hacen en Tierra.
Bajo un estricto monitoreo, quienes pasan meses en la Estación Espacial deben hacer hasta dos horas de ejercicio al día.
El cicloergómetro, una caminadora y el aparato de ejercicio resistivo avanzado (ARED, por sus siglas en inglés) dan a los astronautas el entrenamiento aeróbico y de resistencia necesario para evitar las pérdidas de músculos y huesos.
Con el cicloergómetro se realiza un movimiento similar al de una bicicleta estacionaria.
El ARED utiliza cilindros de vacío para aplicar una presión de hasta 270 kilogramos en una barra o cable, y así el astronauta puede ejercitarse con peso tal y como lo haría en Tierra.
Un reciente estudio publicado en el Journal of Bone and Mineral Research encontró que los astronautas que utilizaban el ARED en el espacio, y consumían suficientes calorías y vitamina D, regresaban a Tierra con más músculo, menos grasa, y la misma densidad ósea que tenían antes de despegar.
De hecho, la nutrición de los astronautas es de suma importancia para mantener la composición corporal en regla.
Por ello, el menú de toda la misión se selecciona y se prepara vigilando su composición nutricional, según el Centro Espacial de Tecnología de Alimentos de la NASA.
Prevención. Siendo la radiación un grave peligro para los tripulantes de las misiones, las habitaciones y la cocina de la Estación Espacial Internacional están reforzadas con polietileno, un plástico con alto contenido de hidrógeno, que repele la radiación, según el Centro Espacial Johnson.
Los cosmonautas además llevan un dosímetro consigo en todo momento, para medir la radiación que reciben.
Adicionalmente, antes de entrar a un programa espacial, los candidatos deben estar en condiciones físicas y mentales óptimas para las misiones.
Antes de los vuelos y las misiones, los astronautas se preparan en buceo, pilotaje de aviones jet , y entrenamiento de supervivencia. Se someten a condiciones de ingravidez 40 veces al día, y a pruebas en cámaras de alta y bajas presiones.