México en campaña prematura para suceder al presidente López Obrador

Las elecciones serán en julio del 2024, pero los mexicanos asisten ya a una pugna por la candidatura oficialista, en la que Sheinbaum, quien apunta a convertirse en la primera presidenta de México, parece avanzar con la bendición del popular mandatario izquierdista.

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El veredicto saldrá en el 2023 de una encuesta del partido Morena, amplio favorito para gobernar por seis años más y que celebra su congreso anual este fin de semana.

Cualquier persona puede escribirle por WhatsApp a Ebrard, de 62 años, desde que difundió su número en Twitter para atender consultas y ver videos de TikTok, en los que estelariza de buena gana memes o se declara fan del fenómeno juvenil K-pop BTS.

También pueden observar a Sheinbaum, de 60 años, en TikTok jugando al yo-yo y confesando a carcajadas que fue la parlanchina de la clase, lejos de su habitual gesto circunspecto.

Una encuesta de la firma Enkoll difundida a fines de agosto, muestra a la alcaldesa liderando cómodamente las preferencias sobre Ebrard, aunque otra de Poligrama indicaba a inicios de setiembre un empate técnico.

Si bien el presidente aseguró que apoyará a cualquiera que resulte ganador, frecuentemente exhibe su simpatía por Sheinbaum, a quien describe como “incorruptible” y “con convicciones”. “Casi le puso una diana en la espalda”, dijo el periodista y académico Carlos Bravo Regidor.

Ebrard, exalcalde de la capital mexicana, “sabe gobernar, es eficiente”, pero “no es de la confianza íntima de López Obrador”, indicó el analista Pablo Majluf. En cambio, Sheinbaum es “su incondicional”, añadió. Ella niega que AMLO (como se conoce al presidente por sus iniciales) esté inclinando la balanza. “Hay piso parejo”, manifestó.

Con una oposición muy debilitada, el gran beneficiado de esta tempranera campaña es el mandatario -cuya aprobación promedia 61%-, pues marca la cancha con sus candidatos como únicos protagonistas, estimaron ambos analistas.

Juego de poder

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La contienda no se limita a redes sociales. Sheinbaum, física de abuelos lituanos y búlgaros, promueve intensamente cada obra y evento al que asiste y viaja a otros estados invitada por gobernadores oficialistas.

“Se siente muy motivada por continuar la 4T (Cuarta Transformación) y ser la primera presidenta en la historia de México”, comentó a la AFP una fuente de su entorno, aludiendo al proyecto oficialista. Según Enkoll, 82% de sus encuestados votaría por una mujer para presidenta, dato llamativo en un país cuyas costumbres a menudo son asociadas con el machismo.

Ebrard, internacionalista de ascendencia francesa, sumó a su agenda diplomática publicitadas visitas al interior del país. En videos que comparte en tiempo real se le ve desde cortando maguey en un pueblo tequilero, hasta bailando danzas típicas en Bolivia.

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López Obrador lo venció en la consulta interna para las presidenciales del 2018. “Quien dio el banderazo de salida” a esta disputa fue el propio AMLO, dijo Bravo Regidor, para quien la movida funciona además como distractor de las debilidades del primer gobierno izquierdista de México.

López Obrador indicó anteriormente que se jubilará de la política cuando entregue la banda presidencial. Pero los analistas consultados creen que al destapar sus cartas con tanta antelación, en realidad busca prolongar su sombra más allá del 2024 para asegurar la continuidad de su proyecto. En México no hay reelección.

“Por un lado, ellos (los aspirantes) hacen una purga entre sí, se pelean por tu beneplácito; por el otro, eres el fiel de la balanza. Al final, mantienes el poder”, opinó Majluf.

AMLO “va a poder ejercer mejor ese poder” que le otorgan su popularidad y carisma “si después de él llega una presidenta o presidente débil que necesite apoyo, que no tenga bases propias o suficientes para disputarle alguna decisión”, consideró Bravo Regidor.

División y desgaste

Copiado!

Este escenario se ve favorecido por la fragilidad opositora. En la intención de voto, según Enkoll, Morena aventaja por más de 10 puntos al bloque de partidos que lo adversa. Además, la alianza que se tejía para enfrentar a la izquierda comenzó a resquebrajarse por decisiones del exhegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso favorables al gobierno.

Pero una campaña larga también podría jugar en contra de AMLO, pues dejaría al elegido muy desgastado y dependiente de la popularidad que pueda endosarle, además de alentar divisiones, prevén los expertos. En 21 meses muchas cosas pueden cambiar.