EscucharLa mayoría de las personas se encuentran soñando con el éxito pero nunca hacen nada al respecto. Una combinación de procrastinación y el síndrome de “¿y si pasa esto?”, “¿y si pasa aquello?” puede paralizar su espíritu creativo e impedir que su idea se haga realidad.
Hay personas que sufren el síndrome del eterno estudiante, leen y leen sobre emprendedurismo y negocios pero no pasan a la acción.
Por ejemplo, podría pensar en aprender inglés u otro idioma durante meses, imaginando las vacaciones que tomará y las personas con las que se comunicará. Puede soñar para siempre pero no lograr nada a menos que realmente haga el esfuerzo de comenzar a ir a clases.
¿Desea comenzar su propio negocio pero tiene miedo de qué tipo de cosas puedan salir mal? ¿Qué pasa si su inversión inicial se pierde? ¡Hay muchas de cosas que pueden salir mal, pero también hay muchas cosas que pueden salir bien!
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El miedo puede ser paralizante. Cuando piense en iniciar un negocio, especialmente si sigue esperando el momento adecuado, nunca podrá iniciar porque nunca existe el momento perfecto.
Perfección es igual a inacción. Esto se llama la parálisis del análisis y es más común de lo que cree. El emprendedor comienza a analizar tantas variables, tantas posibles situaciones que no emprende nunca.
Superar su miedo es un proceso paso a paso:
- ¿Tiene una idea clara de qué tipo de negocio quiere iniciar? Un plan claro ayudará a mantener al margen sus preocupaciones.
- ¿Tiene acceso a los recursos que necesitará? Esto incluye el capital inicial necesario, así como asesoría, acceso a asociaciones o instituciones para pequeñas y medianas empresas, etc.
- ¿Tiene acceso a clientes o sabe lo suficiente sobre conceptos básicos de marketing para asegurarse de que tendrán suficiente interés en lo que ofrece?
Como todo, pasar a la acción es la parte más importante. Haga una lista detallada de lo que siente que debe hacer para que pueda comenzar ese negocio que siempre soñó.
Priorizar su lista también le ayudará. No espere a que el destino alinee todas las circunstancias a su favor antes de comenzar, pero asegúrese de tener todo lo básico cubierto.
No espere ese día en el que todo sea perfecto para comenzar. Haga un comienzo imperfecto, pero haga un COMIENZO. No lo piense demasiado. A veces, la mejor opción es simplemente saltar al agua.
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