Una mojada lengua que pasa por la mano y una cola que se agita con fuerza pueden ser suficientes para sacar una sonrisa sincera. Y ¿qué mejor para sentirse bien que reír sin motivo alguno?
La caninoterapia, o terapia con perros, es la nueva forma de aliviar males sin necesidad de tomar medicamentos. Sentimientos de alegría, pertenencia, orgullo por alcanzar metas y satisfacción son algunos de los beneficios de esta terapia que está en tendencia en todo el mundo.
“En Verdeza siempre ofrecemos las más innovadoras terapias y actividades que beneficien la salud física, emocional y cognitiva de nuestros residentes. Apostamos por esta terapia después de explorar y comprobar los múltiples beneficios que ofrece”, explica Alejandra Zamora, gerente de ventas y residentes de Verdeza, lugar donde ya aplican esta terapia.
¿Comó se realiza?
En un cuarto ambientado para el tratamiento, los canes mantienen su respiración agitada. En realidad, no reposan, ni están agitados, lo que hacen es trabajar en identificar los aromas, sonidos, miedos, vibraciones y la energía del ambiente. Mientras tanto los participantes, de pie o en sus sillas, se estiran antes de iniciar la terapia.
Los terapeutas Rolando Arburola y Leonardo Garita, llevan los perros a la silla de los residentes para que se saluden, y se inician una serie de dinámicas que parecen sencillas, pero requieren esfuerzo físico por parte de los participantes. Al final de cada ejercicio se termina con una caricia al perro, que sin duda es una recompensa tanto para el canino como para los pacientes.
Nada es casual. Cada acción está cuidadosamente planeada. Desde traer a los perros impecablemente limpios y cepillados, hasta cada uno de los ejercicios que busca estimular de la forma más accesible diferentes habilidades.
“En pacientes con demencia, como el Alzheimer, por ejemplo, el perro les ayuda a olvidar el momento que pasan y activan movimientos, porque el perro les obliga a pensar en otras cosas que no sea en ellos mismos. Esto tiene una finalidad humanitaria”, explica Arburola.
Según el especialista, esta terapia complementaria a los tratamientos médicos ayuda a los pacientes a mejorar su condición hasta en un 35%, lo cual se refleja en una mejora en la calidad de vida.
Principales beneficios de la caninoterapia
- Físicos: mejora el equilibrio, el tono muscular, los reflejos y la coordinación motriz.
- Psicológicos: mejora la autoconfianza, la paciencia y la autoestima.
- Sociales: fomenta la amistad, el respeto, el autocontrol y la autodisciplina.
- Psicomotores: mejora la coordinación gruesa y fina e incrementa la agilidad.
- Afectivos: estimula tanto el dar como el recibir cariño y amor.
- Funcionales: estimula el sistema nervioso, respiratorio, circulatorio y digestivo.
- Cognitivos: estimula la memoria, la capacidad de reacción y la toma de decisiones.
- Emocionales: se estimula la camaradería, el compañerismo, el respeto.
Los canes son labradores retriever ingleses y cuidadosamente entrenados desde hace cuatro años. “Es una raza muy inteligente y con muchas ganas de aprender”, indica Arburola.
Arturito, por ejemplo, es un perro especializado en interactuar con pacientes en silla de ruedas y con Alzheimer. Él sabe cómo generar en ellos los estímulos que desatan recuerdos, movimientos y endorfinas T, que activan la felicidad.
Los terapeutas también son profesionales altamente capacitados para el manejo de los canes y el diseño de terapias para adultos mayores. Más de 20 años de trabajo y experiencia profesional en la cría y el adiestramiento canino los respaldan.
Historia de la caninoterapia
En 1953, el psiquiatra infantil Boris Levison observó el efecto positivo en sus pacientes tras una aparición accidental de su perro Jingles en su consultorio.
Sigmund Freud tenía a su perrita como asistente en sus terapias, como parte del proceso de cura con animales, como él decía.
De esta manera, la caninoterapia ha evolucionado desde una mera aparición accidental hasta su incorporación en programas de instituciones de salud y de cuido.
Fuente: Centro de Desarrollo Infantil, Adolescente y Adulto Mayor (CEDIAAM).