Áncora

La vida y obra de un gran constructor empírico: Eusebio Rodríguez Castro

La primera mitad del siglo XIX tuvo en él al más importante ingeniero y arquitecto

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En el año 1823, tras nuestra primera y breve guerra civil, la capitalidad de Costa Rica pasó de Cartago a San José. Una década después, en 1833, según el cronista Manuel de Jesús Jiménez, en aquel pequeño burgo cafetalero que empezábamos a ser “se hablaba de empedrar las calles, de hermosear la ciudad, de construir edificios públicos, de ensanchar cafetales (…). La capital, pues, (…) se transformaba. (…) Entonces estaba don Eusebio Rodríguez en el apogeo de sus faenas arquitectónicas”.








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