Fiel a su estilo (en el anonimato y rodeado de misterio), el artista británico Banksy, figura emblemática del arte urbano, provoca al mundo desde las paredes de París con ocho obras, ocho incitaciones sobre la migración, la amenaza terrorista y, por qué no, el arte del esténcil.
Esta nueva incursión política de Banksy incluye desde una imagen de un hombre que le ofrece a un perro una pata que le acaba de cortar con un serrucho, hasta una versión de la pintura napoleónica del francés Jacques-Louis David. En esta última, el hombre sobre el caballo brioso aparece cubierto con un velo rojo.
Quizá una de las provocaciones visuales más comentadas y fotografiadas en esta oportunidad ha sido la desoladora imagen de una niña –con un velo que recuerda el de las mujeres musulmanas– en una puerta de incendios de la histórica sala Bataclan. Por supuesto, nada de esto es casual. ¿Por qué? El 13 de noviembre del 2015, murieron 90 personas en el teatro Bataclan, donde había un concierto de concierto del grupo estadounidense Eagles of Death Metal, en uno de seis ataques yihadistas en la capital francesa. Estos atentados dejaron 130 muertos.
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Su posición acerca de la migración y los refugiados es clara. Así, otra de sus elocuentes creaciones es una niña negra con un aerosol que tapa, con flores rosadas, una esvástica grafiteada en una pared del campo de refugiados que el Ayuntamiento de la ciudad abrió en el 2016, según detalla un reporte del diario español El País. En una Europa polarizada por las discusiones y las acciones sobre estos temas, la obra no tardó en vandalizada con una pintura azul.
Otros de los grafitis usan ratas, entre ellos el primero que el artista publicó en Instagram y con el cual confirma su autoría. “50 años después de los eventos de mayo de 1968 en París. Ahí donde nació el arte de la plantilla moderna”, detalló él en alusión a las protestas estudiantiles que en aquella época sacudieron al mundo.
Durante varios días, las obras atizaron la polémica y el mundo se preguntaba si se trataba de los incisivos grafitis del artista británico, cuyas obras baten récords en las grandes subastas de arte.
Por medio de fotografías, Banksy reivindicó también dos ratas con sombrero y sombrilla realizada en los muelles del Sena y otra obra en las cercanías de la universidad de la Sorbona.
“No nos advirtió, pero es nuestro deber proteger su obra”, dijo Bernard Blistène, director del Museo Nacional de Arte Moderno. De hecho, actualmente, alguna de estas obras están tapadas una lámina de plástico transparente para protegerlas.
Banksy, todo un mito nacido en Bristol que ha intervenido con su arte diversas ciudades e instituciones, es sumamente fuerte en sus críticas contra el capitalismo, el consumismo y el trato para los refugiados.